San Ignacio de Loyola, Presbítero (Memoria)

julio 31, 2014

Color: Blanco

Lecturas diarias:

Primera Opción

  • Primera Lectura

    Jeremías 18:1-6

    1Palabra que fue dirigida a Jeremías de parte de Yahveh: 2Levántate y baja a la alfarería, que allí mismo te haré oír mis palabras. 3Bajé a la alfarería, y he aquí que el alfarero estaba haciendo un trabajo al torno. 4El cacharro que estaba haciendo se estropeó como barro en manos del alfarero, y éste volvió a empezar, trasformándolo en otro cacharro diferente, como mejor le pareció al alfarero. 5Entonces me fue dirigida la palabra de Yahveh en estos términos: 6¿No puedo hacer yo con vosotros, casa de Israel, lo mismo que este alfarero? - oráculo de Yahveh -. Mirad que como el barro en la mano del alfarero, así sois vosotros en mi mano, casa de Israel.

  • Salmo Responsorial

    Salmo 146:1-6

    1¡Aleluya! ¡Alaba a Yahveh, alma mía! 2A Yahveh, mientras viva, he de alabar, mientras exista salmodiaré para mi Dios. 3No pongáis vuestra confianza en príncipes, en un hijo de hombre, que no puede salvar; 4su soplo exhala, a su barro retorna, y en ese día sus proyectos fenecen. 5Feliz aquel que en el Dios de Jacob tiene su apoyo, y su esperanza en Yahveh su Dios, 6que hizo los cielos y la tierra, el mar y cuanto en ellos hay; que guarda por siempre lealtad,

  • Evangelio

    Mateo 13:47-53

    47«También es semejante el Reino de los Cielos a una red que se echa en el mar y recoge peces de todas clases; 48y cuando está llena, la sacan a la orilla, se sientan, y recogen en cestos los buenos y tiran los malos. 49Así sucederá al fin del mundo: saldrán los ángeles, separarán a los malos de entre los justos 50y los echarán en el horno de fuego; allí será el llanto y el rechinar de dientes. 51«¿Habéis entendido todo esto?» Dícenle: «Sí.» 52Y él les dijo: «Así, todo escriba que se ha hecho discípulo del Reino de los Cielos es semejante al dueño de una casa que saca de sus arcas lo nuevo y lo viejo.» 53Y sucedió que, cuando acabó Jesús estas parábolas, partió de allí.

Segunda Opción

  • Primera Lectura

    I Corintios 10:31--11:1

    10 31Por tanto, ya comáis, ya bebáis o hagáis cualquier otra cosa, hacedlo todo para gloria de Dios. 32No deis escándalo ni a judíos ni a griegos ni a la Iglesia de Dios; 33lo mismo que yo, que me esfuerzo por agradar a todos en todo, sin procurar mi propio interés, sino el de la mayoría, para que se salven. 11 1Sed mis imitadores, como lo soy de Cristo.

  • Salmo Responsorial

    Salmo 34:2-11

    2Bendeciré a Yahveh en todo tiempo, sin cesar en mi boca su alabanza; 3en Yahveh mi alma se gloría, ¡óiganlo los humildes y se alegren! 4Engrandeced conmigo a Yahveh, ensalcemos su nombre todos juntos. 5He buscado a Yahveh, y me ha respondido: me ha librado de todos mis temores. 6Los que miran hacia él, refulgirán: no habrá sonrojo en su semblante. 7Cuando el pobre grita, Yahveh oye, y le salva de todas sus angustias. 8Acampa el ángel de Yahveh en torno a los que le temen y los libra. 9Gustad y ved qué bueno es Yahveh, dichoso el hombre que se cobija en él. 10Temed a Yahveh vosotros, santos suyos, que a quienes le temen no les falta nada. 11Los ricos quedan pobres y hambrientos, mas los que buscan a Yahveh de ningún bien carecen.

  • Evangelio

    Lucas 14:25-33

    25Caminaba con él mucha gente, y volviéndose les dijo: 26«Si alguno viene donde mí y no odia a su padre, a su madre, a su mujer, a sus hijos, a sus hermanos, a sus hermanas y hasta su propia vida, no puede ser discípulo mío. 27El que no lleve su cruz y venga en pos de mí, no puede ser discípulo mío. 28«Porque ¿quién de vosotros, que quiere edificar una torre, no se sienta primero a calcular los gastos, y ver si tiene para acabarla? 29No sea que, habiendo puesto los cimientos y no pudiendo terminar, todos los que lo vean se pongan a burlarse de él, diciendo: 30"Este comenzó a edificar y no pudo terminar." 31O ¿qué rey, que sale a enfrentarse contra otro rey, no se sienta antes y delibera si con 10.000 puede salir al paso del que viene contra él con 20.000? 32Y si no, cuando está todavía lejos, envía una embajada para pedir condiciones de paz. 33Pues, de igual manera, cualquiera de vosotros que no renuncie a todos sus bienes, no puede ser discípulo mío.