San Francisco María de Camporosso (Memoria)

septiembre 19, 2014

Color: Blanco

Lecturas diarias:

Primera Opción

  • Primera Lectura

    I Corintios 15:12-20

    12Ahora bien, si se predica que Cristo ha resucitado de entre los muertos ¿cómo andan diciendo algunos entre vosotros que no hay resurrección de los muertos? 13Si no hay resurrección de los muertos, tampoco Cristo resucitó. 14Y si no resucitó Cristo, vacía es nuestra predicación, vacía también vuestra fe. 15Y somos convictos de falsos testigos de Dios porque hemos atestiguado contra Dios que resucitó a Cristo, a quien no resucitó, si es que los muertos no resucitan. 16Porque si los muertos no resucitan, tampoco Cristo resucitó. 17Y si Cristo no resucitó, vuestra fe es vana: estáis todavía en vuestros pecados. 18Por tanto, también los que durmieron en Cristo perecieron. 19Si solamente para esta vida tenemos puesta nuestra esperanza en Cristo, ¡somos los más dignos de compasión de todos los hombres! 20¡Pero no! Cristo resucitó de entre los muertos como primicias de los que durmieron.

  • Salmo Responsorial

    Salmo 17:1, 6-8, 15

    1Oración. De David. Escucha, Yahveh, la justicia, atiende a mi clamor, presta oído a mi plegaria, que no es de labios engañosos. 6Yo te llamo, que tú, oh Dios, me respondes, tiende hacia mí tu oído, escucha mis palabras, 7haz gala de tus gracias, tú que salvas a los que buscan a tu diestra refugio contra los que atacan. 8Guárdame como la pupila de los ojos, escóndeme a la sombra de tus alas 15Mas yo, en la justicia, contemplaré tu rostro, al despertar me hartaré de tu imagen.

  • Evangelio

    Lucas 8:1-3

    1Y sucedió a continuación que iba por ciudades y pueblos, proclamando y anunciando la Buena Nueva del Reino de Dios; le acompañaban los Doce, 2y algunas mujeres que habían sido curadas de espíritus malignos y enfermedades: María, llamada Magdalena, de la que habían salido siete demonios, 3Juana, mujer de Cusa, un administrador de Herodes, Susana y otras muchas que les servían con sus bienes.

Segunda Opción

  • Primera Lectura

    Filipenses 2:13-18

    13pues Dios es quien obra en vosotros el querer y el obrar, como bien le parece. 14Hacedlo todo sin murmuraciones ni discusiones 15para que seáis irreprochables e inocentes, hijos de Dios sin tacha en medio de una generación tortuosa y perversa, en medio de la cual brilláis como antorchas en el mundo, 16presentándole la Palabra de vida para orgullo mío en el Día de Cristo, ya que no habré corrido ni me habré fatigado en vano. 17Y aun cuando mi sangre fuera derramada como libación sobre el sacrificio y la ofrenda de vuestra fe, me alegraría y congratularía con vosotros. 18De igual manera también vosotros alegraos y congratulaos conmigo.

  • Salmo Responsorial

    Salmo 112:1, 4-7, 9

    1¡Aleluya! ¡Dichoso el hombre que teme a Yahveh, que en sus mandamientos mucho se complace! 4En las tinieblas brilla, como luz de los rectos, tierno, clemente y justo. 5Feliz el hombre que se apiada y presta, y arregla rectamente sus asuntos. 6No, no será conmovido jamás, en memoria eterna permanece el justo; 7no tiene que temer noticias malas, firme es su corazón, en Yahveh confiado. 9Con largueza da a los pobres; su justicia por siempre permanece, su frente se levanta con honor.

  • Evangelio

    Juan 15:12-17

    12Este es el mandamiento mío: que os améis los unos a los otros como yo os he amado. 13Nadie tiene mayor amor que el que da su vida por sus amigos. 14Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando. 15No os llamo ya siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su amo; a vosotros os he llamado amigos, porque todo lo que he oído a mi Padre os lo he dado a conocer. 16No me habéis elegido vosotros a mí, sino que yo os he elegido a vosotros, y os he destinado para que vayáis y deis fruto, y que vuestro fruto permanezca; de modo que todo lo que pidáis al Padre en mi nombre os lo conceda. 17Lo que os mando es que os améis los unos a los otros.»