Feria de Adviento

diciembre 1, 2011

Color: morado

Lecturas diarias:

  • Primera Lectura

    Isaías 26:1-6

    1Aquel día se cantará este cantar en tierra de Judá: «Ciudad fuerte tenemos; para protección se le han puesto murallas y antemuro. 2Abrid las puertas, y entrará una gente justa que guarda fidelidad; 3de ánimo firme y que conserva la paz, porque en ti confió. 4Confiad en Yahveh por siempre jamás, porque en Yahveh tenéis una Roca eterna. 5Porque él derroca a los habitantes de los altos, a la villa inacessible; la hace caer, la abaja hasta la tierra, la hace tocar el polvo; 6la pisan pies, pies de pobres, pisadas de débiles.»

  • Salmo Responsorial

    Salmo 118:1, 8-9, 19-21, 25-27

    1¡Dad gracias a Yahveh, porque es bueno, porque es eterno su amor! 8Mejor es refugiarse en Yahveh que confiar en hombre; 9mejor es refugiarse en Yahveh que confiar en magnates. 19¡Abridme las puertas de justicia, entraré por ellas, daré gracias a Yahveh! 20Aquí está la puerta de Yahveh, por ella entran los justos. 21Gracias te doy, porque me has respondido, y has sido para mí la salvación. 25¡Ah, Yahveh, da la salvación! ¡Ah, Yahveh, da el éxito! 26¡Bendito el que viene en el nombre de Yahveh! Desde la Casa de Yahveh os bendecimos. 27Yahveh es Dios, él nos ilumina. ¡Cerrad la procesión, ramos en mano, hasta los cuernos del altar!

  • Evangelio

    Mateo 7:21, 24-27

    21«No todo el que me diga: "Señor, Señor, entrará en el Reino de los Cielos, sino el que haga la voluntad de mi Padre celestial. 24«Así pues, todo el que oiga estas palabras mías y las ponga en práctica, será como el hombre prudente que edificó su casa sobre roca: 25cayó la lluvia, vinieron los torrentes, soplaron los vientos, y embistieron contra aquella casa; pero ella no cayó, porque estaba cimentada sobre roca. 26Y todo el que oiga estas palabras mías y no las ponga en práctica, será como el hombre insensato que edificó su casa sobre arena: 27cayó la lluvia, vinieron los torrentes, soplaron los vientos, irrumpieron contra aquella casa y cayó, y fue grande su ruina.»