San Bernardino de Siena, OFM Presbítero (Memoria)

mayo 20, 2019

Color: Blanco

Lecturas diarias:

Primera Opción

  • Primera Lectura

    Hechos 14:5-18

    5Como se alzasen judíos y gentiles con sus jefes para ultrajarles y apedrearles, 6al saberlo, huyeron a las ciudades de Licaonia, a Listra y Derbe y sus alrededores. 7Y allí se pusieron a anunciar la Buena Nueva. 8Había allí, sentado, un hombre tullido de pies, cojo de nacimiento y que nunca había andado. 9Este escuchaba a Pablo que hablaba. Pablo fijó en él su mirada y viendo que tenía fe para ser curado, 10le dijo con fuerte voz: «Ponte derecho sobre tus pies.» Y él dio un salto y se puso a caminar. 11La gente, al ver lo que Pablo había hecho, empezó a gritar en licaonio: «Los dioses han bajado hasta nosotros en figura de hombres.» 12A Bernabé le llamaban Zeus y a Pablo, Hermes, porque era quien dirigía la palabra. 13El sacerdote del templo de Zeus que hay a la entrada de la ciudad, trajo toros y guirnaldas delante de las puertas y a una con la gente se disponía a sacrificar. 14Al oírlo los apóstoles Bernabé y Pablo, rasgaron sus vestidos y se lanzaron en medio de la gente gritando: 15«Amigos, ¿por qué hacéis esto? Nosotros somos también hombres, de igual condición que vosotros, que os predicamos que abandonéis estas cosas vanas y os volváis al Dios vivo que hizo el cielo, la tierra, el mar y cuanto en ellos hay, 16y que en las generaciones pasadas permitió que todas las naciones siguieran sus propios caminos; 17si bien no dejó de dar testimonio de sí mismo, derramando bienes, enviándoos desde el cielo lluvias y estaciones fructíferas, llenando vuestros corazones de sustento y alegría...» 18Con estas palabras pudieron impedir a duras penas que la gente les ofreciera un sacrificio.

  • Salmo Responsorial

    Salmo 115:1-4, 15-16

    1¡No a nosotros, Yahveh, no a nosotros, sino a tu nombre da la gloria, por tu amor, por tu verdad! 2¿Por qué han de decir las gentes: «¿Dónde está su Dios?» 3Nuestro Dios está en los cielos, todo cuanto le place lo realiza. 4Plata y oro son sus ídolos, obra de mano de hombre. 15¡Benditos vosotros de Yahveh, que ha hecho los cielos y la tierra! 16Los cielos, son los cielos de Yahveh, la tierra, se la ha dado a los hijos de Adán.

  • Evangelio

    Juan 14:21-26

    21El que tiene mis mandamientos y los guarda, ése es el que me ama; y el que me ame, será amado de mi Padre; y yo le amaré y me manifestaré a él.» 22Le dice Judas - no el Iscariote -: «Señor, ¿qué pasa para que te vayas a manifestar a nosotros y no al mundo?» 23Jesús le respondió: «Si alguno me ama, guardará mi Palabra, y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada en él. 24El que no me ama no guarda mis palabras. Y la palabra que escucháis no es mía, sino del Padre que me ha enviado. 25Os he dicho estas cosas estando entre vosotros. 26Pero el Paráclito, el Espíritu Santo, que el Padre enviará en mi nombre, os lo enseñará todo y os recordará todo lo que yo os he dicho.

Segunda Opción

  • Primera Lectura

    Hechos 4:8-12

    8Entonces Pedro, lleno del Espíritu Santo, les dijo: «Jefes del pueblo y ancianos, 9puesto que con motivo de la obra realizada en un enfermo somos hoy interrogados por quién ha sido éste curado, 10sabed todos vosotros y todo el pueblo de Israel que ha sido por el nombre de Jesucristo, el Nazoreo, a quien vosotros crucificasteis y a quien Dios resucitó de entre los muertos; por su nombre y no por ningún otro se presenta éste aquí sano delante de vosotros. 11El es la piedra que vosotros, los constructores, habéis despreciado y que se ha convertido en piedra angular. 12Porque no hay bajo el cielo otro nombre dado a los hombres por el que nosotros debamos salvarnos.»

  • Salmo Responsorial

    Salmo 40:2, 4, 7-11

    2En Yahveh puse toda mi esperanza, él se inclinó hacia mí y escuchó mi clamor. 4Puso en mi boca un canto nuevo, una alabanza a nuestro Dios; muchos verán y temerán, y en Yahveh tendrán confianza. 7Ni sacrificio ni oblación querías, pero el oído me has abierto; no pedías holocaustos ni víctimas, 8dije entonces: Heme aquí, que vengo. Se me ha prescrito en el rollo del libro 9hacer tu voluntad. Oh Dios mío, en tu ley me complazco en el fondo de mi ser. 10He publicado la justicia en la gran asamblea; mira, no he contenido mis labios, tú lo sabes, Yahveh. 11No he escondido tu justicia en el fondo de mi corazón, he proclamado tu lealtad, tu salvación, ne he ocultado tu amor y tu verdad a la gran asamblea.

  • Evangelio

    Lucas 9:57-62

    57Mientras iban caminando, uno le dijo: «Te seguiré adondequiera que vayas.» 58Jesús le dijo: «Las zorras tienen guaridas, y las aves del cielo nidos; pero el Hijo del hombre no tiene donde reclinar la cabeza.» 59A otro dijo: «Sígueme.» El respondió: «Déjame ir primero a enterrar a mi padre.» 60Le respondió: «Deja que los muertos entierren a sus muertos; tú vete a anunciar el Reino de Dios.» 61También otro le dijo: «Te seguiré, Señor; pero déjame antes despedirme de los de mi casa.» 62Le dijo Jesús: «Nadie que pone la mano en el arado y mira hacia atrás es apto para el Reino de Dios.»

Tercera Opción

  • Primera Lectura

    Hechos 4:8-12

    8Entonces Pedro, lleno del Espíritu Santo, les dijo: «Jefes del pueblo y ancianos, 9puesto que con motivo de la obra realizada en un enfermo somos hoy interrogados por quién ha sido éste curado, 10sabed todos vosotros y todo el pueblo de Israel que ha sido por el nombre de Jesucristo, el Nazoreo, a quien vosotros crucificasteis y a quien Dios resucitó de entre los muertos; por su nombre y no por ningún otro se presenta éste aquí sano delante de vosotros. 11El es la piedra que vosotros, los constructores, habéis despreciado y que se ha convertido en piedra angular. 12Porque no hay bajo el cielo otro nombre dado a los hombres por el que nosotros debamos salvarnos.»

  • Salmo Responsorial

    Salmo 145:1-6, 21

    1Himno. De David. Yo te ensalzo, oh Rey Dios mío, y bendigo tu nombre para siempre jamás; 2todos los días te bendeciré, por siempre jamás alabaré tu nombre; 3grande es Yahveh y muy digno de alabanza, insondable su grandeza. 4Una edad a otra encomiará tus obras, pregonará tus proezas. 5El esplendor, la gloria de tu majestad, el relato de tus maravillas, yo recitaré. 6Del poder de tus portentos se hablará, y yo tus grandezas contaré; 21¡La alabanza de Yahveh diga mi boca, y toda carne bendiga su nombre sacrosanto, para siempre jamás!

  • Evangelio

    Juan 14:12-17

    12En verdad, en verdad os digo: el que crea en mí, hará él también las obras que yo hago, y hará mayores aún, porque yo voy al Padre. 13Y todo lo que pidáis en mi nombre, yo lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. 14Si me pedís algo en mi nombre, yo lo haré. 15Si me amáis, guardaréis mis mandamientos; 16y yo pediré al Padre y os dará otro Paráclito, para que esté con vosotros para siempre, 17el Espíritu de la verdad, a quien el mundo no puede recibir, porque no le ve ni le conoce. Pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros.