Miércoles IV

Laudes

Oración de la mañana

SALUDO INICIAL

V. Señor abre mis labios.
R. Y mi boca proclamará tu alabanza.

  • HIMNO

  • SALMODIA

Ant. 1. Mi corazón está firme, Dios mío, mi corazón está firme.

Salmo 107

Dios mío, mi corazón está firme, para ti cantaré y tocaré, gloria mía.
Despertad cítara y arpa, despertaré a la aurora.
Te daré gracias ante los pueblos, Señor, tocaré para ti ante las naciones.
Por tu bondad, que es más grande que los cielos;
por tu fidelidad, que alcanza a las nubes.
Elévate sobre el cielo, Dios mío, y llene la tierra tu gloria;
para que se salven tus predilectos, que tu mano salvadora nos responda.
Dios habló en su santuario: "Triunfante ocuparé Siquén,
parcelaré el valle de Sucot; mío es Galaad, mío Manasés,
Efraím es yelmo de mi cabeza, Judá es mi cetro;
Moab, una jofaina para lavarme, sobre Edom echo mi sandalia,
sobre Filistea canto victoria".
Pero ¿quién me guiará a la plaza fuerte,
quién me conducirá a Edom, su tú, ¡oh Dios!, nos has rechazado
y no sales ya con nuestras tropas?
Auxílianos contra el enemigo que la ayuda del hombre es inútil;
con Dios haremos proezas, él pisoteará a nuestros enemigos.

Ant. 1. Mi corazón está firme, Dios mío, mi corazón está firme.

Ant. 2. El Señor me ha revestido de justicia y santidad.

Cántico
Is. 61, 10- 62, 5

Desbordo de gozo en el Señor, y me alegro con mi Dios:
porque me ha vestido un traje de gala
y me ha envuelto en un manto de triunfo,
como a un novio que se pone la corona,
o a una novia que se adorna con sus joyas.

Como el suelo echa sus brotes, como un jardín hace brotar sus semillas,
así el Señor hará justicia ante todos los pueblos.
Por amor de Sión no callaré, por amor de Jerusalén no descansaré,
hasta que despunte la aurora de su justicia
y su salvación llamee cono antorcha.
Los pueblos verán tu justicia, y los reyes, tu gloria;
te pondrán un nombre nuevo pronunciado por la boca del Señor.
Serás corona fúlgida en la mano del Señor
y diadema real en la palma de tu Dios.
Ya no te llamarán "abandonada"; ni a tu tierra, "Devastada";
a ti te llamarán "Mi favorita", y a tu tierra, "Desposada",
porque el Señor te prefiere a ti, y tu tierra tendrá marido.

Como un joven se casa con su novia, así te desposa el que te construyó;
la alegría que encuentra el marido con su esposa,
la encontrará tu Dios contigo.

Ant. 2. El Señor me ha revestido de justicia y santidad.

Ant. 3. Alabaré al Señor mientras viva.

Salmo 145

Alaba, alma mía, al Señor: alabaré al Señor mientras viva,
tañeré para mi Dios mientras exista.
No confiéis en los príncipes, seres de polvo que no pueden salvar;
exhalan el espíritu y vuelven al polvo, ese día perecen sus planes.

Dichoso a quien auxilia el Dios de Jacob, el que espera en el Señor, su Dios,
que hizo el cielo y la tierra, el mar y cuanto hay en él;
que mantiene su fidelidad perpetuamente, que hace justicia a los oprimidos,
que da pan a los hambrientos.
El Señor liberta a los cautivos, el Señor abre los ojos al ciego,
el Señor endereza a los que ya se doblan, el Señor ama a los justos,
el Señor guarda a los peregrinos;
sustenta al huérfano y a la viuda y trastorna el camino de los malvados.
El Señor reina eternamente, tu Dios, Sión, de edad en edad.

Ant. 3. Alabaré al Señor mientras viva.

LECTURA BREVE
(Dt. 4, 39-40ª)

Has de reconocer hoy y recordar que el Señor es Dios, en lo alto del cielo y abajo en la tierra, y que no hay otro. Guarda los mandatos y preceptos que te voy a dar hoy.

RESPONSORIO BREVE

V. Bendigo al señor en todo momento.
R. Bendigo al señor en todo momento.
V. Su alabanza está siempre en mi boca.
R. En todo momento.
V. gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. Bendigo al señor en todo momento.

CÁNTICO EVANGÉLICO

Ant. Sirvamos al Señor con santidad todos nuestros días.

PRECES

Cristo, reflejo de la gloria del Padre, nos ilumina con su palabra; acudamos pues a él diciendo:

Rey de la gloria, escúchanos.

- Te bendecimos, Señor, autor y consumador de nuestra fe, porque de las tinieblas no has trasladado a tu luz admirable.
- Tú que abriste los ojos de los ciegos y diste oído a los sordos, aumenta nuestra fe.
- Haz, Señor, que permanezcamos siempre en tu amor, y que este amor nos guarde fraternalmente unidos.
- Ayúdanos para que resistamos a la tentación, aguantemos en la tribulación y te demos gracias en la prosperidad.

Se pueden añadir algunas intenciones libres.

Dejemos que el espíritu de dios, que ha sido derramado en nuestros corazones, se una a nuestro espíritu, para clamar. Padre nuestro...

ORACION

Recuerda, Señor, tu santa alianza consagrada con el nuevo sacramento de la sangre del Cordero, para que tu pueblo obtenga el perdón de sus pecados, y un aumento constante de salvación. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.

CONCLUSIÓN

V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.

 

Vísperas

Oración de la tarde

SALUDO INICIAL

V. Dios mío, ven en mi auxilio.
R. Señor date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, al Hijo, y al Espíritu Santo como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya.

  • HIMNO

  • SALMODIA

Ant. 1. Señor, tu saber me sobrepasa.

Salmo 138, 1-18- 23-24 (I)

Señor, tú me sondeas y me conoces;
me conoces cuando me siento o me levanto,
de lejos penetras mis pensamientos;
distingues mi camino y mi descanso, todas mis sendas te son familiares.
No ha llegado la palabra a mi lengua, y ya, señor, te la sabes toda.
Me envuelves por doquier, me cubres con tu mano.
Tanto saber me sobrepasa, es sublime, y no lo abarco.
¿A dónde iré lejos de tu aliento, adónde escaparé de tu mirada?
Si escalo el cielo, allí estás tú; si me acuesto en el abismo, allí te encuentro;
si vuelo hasta el margen de la aurora, si emigro hasta el confín del mar,
allí me alcanzará tu izquierda, tu diestra llegará hasta mi.

Si digo: "Que al menos la tiniebla me encubra,
que la luz se haga noche en torno a mí",
ni la tiniebla es oscura para ti, la noche es clara como el día.

Ant. 1. Señor, tu saber me sobrepasa.

Ant. 2. Yo, el Señor, penetro el corazón, sondeo las entrañas, para dar al hombre según su conducta.

(I)

Tú has creado mis entrañas, me has tejido en el seno materno.
Te doy gracias, porque me has formado portentosamente,
porque son admirables tus obras; conocías hasta el fondo de mi alma,
no desconocías mis huesos.
Cuando, en lo oculto, me iba formando,
y entretejiendo en lo profundo de la tierra, tus ojos veían mis acciones,
se escribían todas en tu libro,
calculados estaban mis días antes que llegase el primero.
¡qué incomparables encuentro tus designios,
Dios mío, qué inmenso es su conjunto!
Si me pongo a contarlos, son más que arena;
si los doy por terminados, aún me quedas tú.

Señor, sondéame y conoce mi corazón,
ponme a prueba y conoce mis sentimientos,
mira si mi camino se desvía, guíame por el camino eterno.

Ant. 2. Yo, el Señor, penetro el corazón, sondeo las entrañas, para dar al hombre según su conducta.

Ant. 3. Todo fue creado por él y para él.

Cántico
Col. 1,12-20

Damos gracias a Dios Padre,
que nos ha hecho capaces de compartir
la herencia del pueblo santo en la luz.

Él nos ha sacado del dominio de las tinieblas,
y nos ha trasladado al reino de su Hijo querido,
por cuya sangre hemos recibido la redención, el perdón de lo pecados.
Él es imagen de Dios invisible, primogénito de toda creatura;
pues por medio de él fueron creadas todas las cosas:
las Celestes y terrestres, visibles e invisibles,
tronos, dominaciones, principados, potestades;
todo fue creado por él y para él.

Él es anterior a todo, y todo se mantiene en él.
Él es también la cabeza del cuerpo de la Iglesia.
Él es el principio, el primogénito de entre los muertos,
y así es el primero en todo.

Porque en él quiso Dios que residiera toda plenitud.
Y por él quiso reconciliar consigo todas las cosas:
haciendo la paz por la sangre de su cruz con todos los seres,
así del cielo como de la tierra.

Ant. 3. Todo fue creado por él y para él.

LECTURA BREVE
(I° Jn. 2, 3-6)

Sabemos que hemos llegado a conocer a Cristo si guardamos sus mandamientos. Quién dice: "Yo lo conozco ", y no guarda sus mandamientos, miente; y la verdad no está en él. Pero quien guarda su palabra posee el perfecto amor de Dios. En estro conocemos que estamos en él. Quien dice que está siempre en él debe andar de continuo como él anduvo.

RESPONSORIO BREVE

V. Guárdanos, Señor, como a las niñas de tus ojos.
R. Guárdanos, Señor, como a las niñas de tus ojos.
V. A la sombra de tus alas escóndenos.
R. Como a las niñas de tus ojos.
V. Gloria al padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R.
Guárdanos, Señor, como a las niñas de tus ojos.

CÁNTICO EVANGÉLICO

Ant. Haz, Señor, proeza con tu brazo, dispersa a los soberbios y enaltece a los humildes.

PRECES

Invoquemos a dios, cuya bondad para con su pueblo es más grande que los cielos, y digámosle:

Que se alegran los que se acogen a ti, Señor.

- Acuérdate, Señor, que enviaste a tu Hijo al mundo, no para condenarlo, sino para salvarlo; haz que su muerte gloriosa nos traiga la salvación.
- Tú que constituiste a tus sacerdotes servidores de Cristo y administradores de tus misterios, concédenos un corazón fiel, ciencia abundante y caridad intensa.
- Tú que desde el principio creaste hombre y mujer, guarda a todas las familias unidas en el verdadero amor.
- Haz que los que has llamado a la castidad perfecta por el reino de los cielos, sigan con fidelidad a tu Hijo.

Se pueden añadir algunas intenciones libres.

Tú que enviaste a Jesucristo al mundo para salvar a los pecadores, concede a todos los difuntos el perdón de sus faltas, movidos por el Espíritu Santo y llenos de su amor, dirijamos al Padre nuestra oración: Padre nuestro.

ORACION

Acuérdate, Señor, de tu misericordia, y, ya que a los hambrientos los colmas de bienes, socorre nuestra indigencia con la abundancia de tus riquezas. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.

CONCLUSIÓN

V. EL Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.